Farsa

Titulo: Farsa

Autor: Tamys de kim

Parejas: YooSu

Género: Angust

Extensión: Drabble

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Un sollozo murió en  la boca de Junsu, las piernas se movieron por si solas queriéndolo alejar de tal escena. Su cerebro no dejaba de mostrarle las imágenes de su esposo besando  a  David, el amigo de universidad de Yoochun. El alto y rubio americano  era una prueba más de los exquisitos gustos de su marido al escoger un amante y Junsu admitía que todas las palabras hirientes de ser tan simple y sin un encanto para atraer la atención del gran empresario Park eran ciertas ¿que vio Park Yoochun en la sencilla y simple Kim Junko? 

Con la vista borrosa por las lagrimas se marcho del estudio del hombre que le juro fidelidad, pero que promesa podría cumplir Yoochun si a quien le hizo tal juramento fue a Junko su hermana gemela. Tan parecido en el fisco y tan diferentes en la personalidad, sí Junko fuese quien haya presenciado aquello estaba seguro que  Troya ardería ante su cólera pero él no era Junko y por tanto que su acuerdo de aparentar quien no es, no le daba el derecho de recriminar las aventuras de su esposo.

Yoochun sabia a la perfección que Junsu es hombre y ambos estuvieron más de acuerdo para acallar todos los rumores que caían sobre el adinerado empresario, pero a casi seis meses de matrimonio y un acuerdo de llevarse bien como la adorada esposa y el agraciado marido  frente a la sociedad  iba viento en popa así como también los perfectos amantes dentro de la alcoba, le hizo creer a Junsu que Yoochun sentía algo mas allá del deseo por su persona. Había escuchado lo coqueto que Yoochun era ante  las damas y caballeros de elite. Su amigo más cercano también le había comentado que tales rumores de coquetería por parte de Yoochun se habían esfumado y que la bella Junko apaciguo  el deseo por entrar a camas ajenas a Yoochun con su buena técnica sobre la cama.

Ahora de pie frente a la puerta de la alcoba decidía si era bien quedarse en esa casa o marcharse lejos porque al final solo era una pieza más en el perfecto plan de Yoochun. Los cuales Yoochun nuca le había mencionado y esa fue la primera pista  que Junsu debió tomar, Yoochun no confiaba en el. Unos fuertes brazos rodearon su estrecha cintura, unos cálidos labios besaron desde el hombro hasta detrás de su oreja y se sintió miserable al ser tan débil a las caricias de Yoochun.

-estas preciosa – le susurro con aire seductor al oído – mi linda esposa nunca me defrauda – giro a Junsu para ver por completo la obra de arte presentada como la delicada Junko en un vestido rosa pálido que le llegaba debajo de la rodilla completamente ajustado que delineaba su silueta, una peluca castaña que le llegaba un poco mas debajo de los hombros y unos tacones bajos  sin duda nadie pensaría que se trataba de un chico.

-tú no te quedas atrás –comento con una tristeza disimulada por una suave sonrisa.

-feliz día de san Valentín – exclamo Yoochun con una amplia sonrisa para después besar los cálidos labios de su esposa.

-feliz día de los enamorados – respondió la alegría que merecía el catorce de febrero no no se comparaba con el dolor que menguaba su corazón - amor,  ¿qué responderías si dijese que te amo? – apenas y pregunto Junsu   ya que el nudo en la garganta no le permitía hablar con facilidad.

-¿que respondería? – replico con una gran sonrisa Yoochun – que mi amadísima esposa ha estado leyendo mas novelas románticas de la biblioteca y que me diga que me ama frente a los demás solo convencería a mis colegas del amor que nos profesamos – comento con algarabía sin notar  la mirada perdida de Junsu ante su respuesta tan fría de sentimientos – Mi querida Junko o mejor dicho Junsu nuestro amor es  tan falso  pero bien actuado que mientras sigamos con nuestro convenio las cosas van a ir bien entre nosotros y cuando el contrato termine Junko desaparecerá y tu volverás a tu vida normal.

-y ¿si no quiero dejar de ser tu esposa?

-no es una opción que puedas elegir Junsu – comento con seriedad  - el hombre que viste en el estudio esperara por mi cuando el contrato termine pero mientras tanto tu seguirás siendo mi querida y abnegada esposa en público y en la intimidad ¿entendido? Ahora vayamos a festejar este día tan maravilloso querida.

Con paso lento la pareja se encamino hacia la velada que prometía ser divertida para Yoochun porque para Junsu la pesadilla apenas empezaba y nadie le había dicho que  el catorce de febrero no siempre está lleno de  flores y corazones y tampoco está en reciprocidad  el amor que se da.

 Fin